Llegamos a las 4:00 pm a la ciudad de
Campeche, que se fundó en 1540 como Villa de San Francisco de Campeche, por
Francisco de Montejo hijo. La ciudad se encuentra a 394 km de Villahermosa y a
279 km de Mérida.
“Cam” quiere decir serpiente y “pech”
quiere decir garrapata… extraña combinación. En 1999 recibió el título de
“Patrimonio de la Humanidad” por la UNESCO.
En el siglo XVIII recibió el título de ciudad. Por su importancia comercial, dada su estratégica ubicación en el Golfo de México, fue atacada continuamente por corsarios y piratas. Por esta razón se fortificó en el siglo XVII. Tiene 2 fuertes (San Miguel y San José) y 7 baluartes (San Pedro, La Soledad, San Carlos, Santa Rosa, San Juan, Santiago y San Francisco). Con el terreno que el gobierno le ganó al mar frente a la muralla, podemos apreciar la belleza de la fortificación. Abundan historias de piratas entre las leyendas del lugar.
En el camión rodeamos la muralla y luego entramos
por la Puerta del Mar y comimos en el restaurant Marganzo. Fue sin duda, la
mejor comida del viaje. Yo tomé una crema de chaya, pan de cazón y agua de
chaya. La horchata con coco también estaba rica. Las multitudes formadas esperando
comer aquí son evidencia de que se trata de un gran lugar.
Tuvimos la tarde libre, que aprovechamos para pasear por el centro y conocer más de esta hermosa ciudad. Visitamos la Plaza, la Catedral, el Teatro del Toro. Nos deleitamos con el colorido de las casas del centro histórico. Nos recomendaron mucho visitarla durante el carnaval… que es legendario, además de ser el más antiguo del país.
Aquí hay ligas con más información turística:
La página del restaurant Marganzo no
refleja lo sabroso que es:
Volvimos a pernoctar en el Hotel Oceanview
de la ciudad de Campeche.
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